domingo, 14 de octubre de 2007

Contaminación Acustica

Desde hace años el ruido se ha convertido en un factor contaminante constante en la mayoría de las ciudades, suponiendo en la actualidad un grave problema con efectos fisiológicos, psicológicos, económicos y sociales. El principal causante de la contaminación acústica es la actividad humana. El ruido ha existido desde la antigüedad, pero es a partir del siglo pasado, como consecuencia de la Revolución Industrial, del desarrollo de nuevos medios de transporte y del crecimiento de las ciudades, cuando comienza a aparecer el problema de la contaminación acústica urbana.

Definición y origen del ruido
El ruido se define como cualquier sonido calificado, por quien lo sufre, como algo molesto, indeseable e irritante. A su vez, se define la contaminación acústica como aquella que se genera por un sonido no deseado, que afecta negativamente a la calidad de vida y sobre todo, a aquellos individuos que desarrollan actividades industriales y a los que usan con bastante frecuencia determinados vehículos para poder desplazarse.

Características del ruido
Las diferencias del ruido en relación a otros contaminantes son:

# Su producción es la más barata y su emisión requiere muy poca energía.
# Su medición y cuantificación es compleja.
# No genera residuos, no produce un efecto acumulativo en el medio aunque sí puede producirlo en el hombre.
# Su radio de acción es inferior al de otros contaminantes.
# No se propaga mediante los sistemas naturales como sería el caso del aire contaminado que se mueve por la acción del viento.
# Se percibe por el único sentido del oído, esto hace que su efecto sea subestimado. A diferencia del ruido, la contaminación del agua se percibe por su aspecto, olor y sabor.

Agentes Implicados
Las causas fundamentales de la contaminación acústica son, entre otras, el aumento espectacular del parque automovilístico, el hecho de que las ciudades no habían sido concebidas para soportar los medios de transporte, las actividades industriales, las obras públicas y la construcción, los servicios de limpieza y de recogida de basura, sirenas y alarmas, así como las actividades lúdicas y recreativas, y entre ellas, la creciente proliferación de botellones en áreas urbanas.

1. RUIDO URBANO.



A. AUTOMÓVILES.
El ruido del tráfico perturba las distintas actividades, interfiriendo con la comunicación hablada, perturbando el sueño, el descanso, la relajación, impidiendo la concentración y el aprendizaje y lo que es más grave, creando estados de tensión y cansancio que pueden degenerar en enfermedades de tipo nervioso y cardiovascular.
Una buena planificación urbana debe proveer unas buenas comunicaciones con un mínimo impacto por ruido. Esa labor sólo puede ser realizada a través de dos caminos paralelos:
# Un diseño medioambiental óptimo de las vías de comunicación.
# Una planificación compatible del uso del suelo alrededor de las vías.

El nivel sonoro continuo aumenta con:
# La velocidad del tráfico.
# La intensidad del mismo.
# El porcentaje de vehículos comerciales.
# La longitud de carretera vista.
Y disminuye con:
# La presencia de obstáculos en la trayectoria de propagación.
# La cobertura vegetal del terreno.
# La fluidez del tráfico.

Soluciones:
# Limitar la velocidad media del tráfico, distribuirlo por otras vías ofreciendo itinerarios de coste similar, de forma que se reduzca la intensidad de tráfico en determinados tramos.
# Llevar a cabo un buen mantenimiento del vehículo, haciendo hincapié en el silenciador; utilizar el claxon en casos de estricta necesidad; detener el motor en paradas o atascos; hacer uso de transportes públicos...
# Control del ruido mediante métodos pasivos como pantallas acústicas, soportes vibratorios, silenciadores reactivos y materiales porosos.
# Aprovechar montículos y obstáculos naturales para encauzar la carretera de forma que se creen barreras acústicas entre el terreno adyacente y la carretera. Situar el trazado en trinchera resulta siempre beneficioso desde el punto de vista acústico.
# Finalmente, facilitar la fluidez del trafico, significa reducir aceleraciones, siempre más ruidosas que el movimiento a velocidad constante.

B. AVIONES.

El impacto de las aeronaves, en toda su variedad, no se limita a las proximidades de los grandes aeropuertos, sino que afecta también, en mayor o menor medida, a una gran parte de las zonas urbanas y rurales de todos los países del mundo. La proliferación de aeropuertos, el aumento del número de personas que utilizan con frecuencia este medio de transporte y la generalización de su uso en el movimiento de carga, han producido un aumento exponencial en el tráfico aéreo a lo largo de estas últimas décadas.

C. FERROCARRIL.


La reciente proliferación de trenes de gran velocidad en muchos países desarrollados supone, desde el punto de vista de la acústica ambiental, un elemento muy negativo. La existencia de trenes subterráneos en las zonas urbanas, tanto en lo referente a las grandes líneas interurbanas en sus rutas de penetración en las ciudades como a las redes metropolitanas, no resuelve totalmente el problema ( vibraciones de los edificios, llegada de ruido a la superficie, etc ).

D. OTRAS FUENTES SONORAS.


En todas las ciudades modernas existen también otras fuentes sonoras que poseen un carácter singular y esporádico, aunque, por desgracia, su presencia se deja sentir en algunas ocasiones con excesiva frecuencia; éste es el caso de las sirenas de los coches de policía, bomberos y ambulancias o de las señales acústicas de los sistemas de seguridad.

2. RUIDO INDUSTRIAL.


El ruido industrial está originado fundamentalmente por el funcionamiento de los diferentes tipos de máquinas existentes en estos lugares y, en general por toda su actividad interna. La progresiva molestia que produce el ruido industrial está relacionada directamente con toda una serie de factores objetivos, tales como el aumento del nivel de industrialización en todo el mundo, la paulatina concentración de la actividad industrial en espacios limitados y el aumento de la potencia de las máquinas.
En líneas generales, el ruido industrial se caracteriza por presentar niveles de presión acústica relativamente elevados, con carácter impulsivo o ruidos de alta intensidad y corta duración. La presencia de ultrasonidos, infrasonidos y vibraciones reviste también una gran importancia en ambientes industriales.
Las obras públicas o la construcción tienen una gran importancia como causa de molestia. Loa compresores, martillos neumáticos, excavadoras y vehículos pesados de todo tipo producen unos niveles de ruido tan elevados que, al margen de la significación de prosperidad y desarrollo que puedan simbolizar, son el blanco de muchas de las quejas de los residentes de nuestras ciudades.
A pesar de los esfuerzos realizados para solucionar este problema, los éxitos alcanzados hasta ahora son relativamente modestos. Las estrategias adoptadas difieren considerablemente de unos países a otros , en parte como consecuencia de la diferente sensibilidad que muestran esas mismas sociedades ante el fenómeno que nos ocupa, y en parte debido a las repercusiones tecnológicas, económicas y sociales que comporta cualquier política eficaz de lucha contra el ruido.

Soluciones:
# Sustitución de algunas de las máquinas existentes en la industria por otras menos ruidosas.
# Modificación de los mecanismos ruidosos de algunas máquinas como por ejemplo, instalando amortiguadores, cambiando los engranajes, etc.
# Recubrimiento parcial o total de las máquinas ruidosas con paneles acústicamente aislantes.
# Instalación de paneles acústicos en las planchas o estructuras de las máquinas con el fin de amortiguar las vibraciones.
# Montaje de las máquinas sobre soportes antivibratorios anclados en el suelo.
# Recubrimientos de las paredes o techos del local con paneles absorbentes acústicos.
# Redistribución de las máquinas en el local, situando las más ruidosas en los lugares donde su influencia sea menor.
# Limitación de los tiempos de permanencia de los trabajadores en las zonas particularmente ruidosas.
# Utilización de equipos protectores personales por parte de los trabajadores expuestos a niveles sonoros particularmente elevados.

Efectos en el ser humano

El ruido aparenta ser uno de los agentes contaminantes más inofensivos, ya que, es percibido fundamentalmente por un solo sentido, el oído, y ocasionalmente cuando aparecen grandes niveles de presión sonora, por el tacto. Sus efectos son mediatos y acumulativos.
Podemos distinguir varios tipos de efectos:


1. EFECTOS FISIOLÓGICOS.

I. EFECTOS AUDITIVOS.


La exposición a niveles de ruido intenso, da lugar a pérdidas de audición, que si en un principio son recuperables cuando el ruido cesa, con el tiempo pueden llegar a hacerse irreversibles, convirtiéndose en sordera.
Esta sordera es de percepción y simétrica, lo que significa que afecta ambos oídos con idéntica intensidad.

II. EFECTOS NO AUDITIVOS.
El ruido también actúa negativamente sobre otras partes del organismo, donde se ha comprobado que bastan 50 a 60 dB para que existan enfermedades asociadas al estímulo sonoro. En presencia de ruido, el organismo adopta una postura defensiva y hace uso de sus mecanismos de protección. Entre los 95 y 105 dB se producen las siguientes afecciones:
# Afecciones en el riego cerebral.
# Alteraciones en la coordinación del sistema nervioso central.
# Alteraciones en el proceso digestivo.
# Cólicos y trastornos intestinales.
# Aumento de la tensión muscular y presión arterial.
# Cambios de pulso en el encefalograma.

2. EFECTOS PSICOLÓGICOS.

Entre estos citamos el sueño, la memoria, la atención y el procesamiento de la información .

I. EFECTOS SOBRE EL SUEÑO.
El ruido puede provocar dificultades para conciliar el sueño y también despertar a quienes están ya dormidos. El sueño es la actividad que ocupa un tercio de nuestras vidas y éste nos permite entre otras cosas descansar, ordenar y proyectar nuestro consciente. Se ha comprobado que sonidos del orden de los 60 dBA reducen la profundidad del sueño.

II. EFECTOS SOBRE LA CONDUCTA.
La aparición súbita de un ruido puede producir alteraciones en la conducta que, al menos momentáneamente, puede hacerse más abúlica, o más agresiva, o mostrar el sujeto un mayor grado de desinterés o irritabilidad.

III. EFECTOS EN LA MEMORIA.
En tareas donde se utiliza la memoria, se observa un mejor rendimiento en los sujetos que no han estado sometidos al ruido. Ya que con este ruido crece el nivel de activación del sujeto y esto, que en principio puede ser ventajoso, en relación con el rendimiento en cierto tipo de tareas, resulta que lo que produce es una sobreactivación que conlleva un descenso en el rendimiento.

IV. EFECTOS EN LA ATENCIÓN.
El ruido repercute sobre la atención, focalizándola hacia los aspectos más importantes de la tarea, en detrimento de aquellos otros aspectos considerados de menor relevancia.

V. EFECTOS EN EL EMBARAZO.


Se ha observado que las madres embarazadas que han estado desde el principio en una zona muy ruidosa, tienen niños que no sufren alteraciones, pero si se han instalado en estos lugares después de los 5 meses de gestación (el oído se hace funcional), después del parto los niños no soportan el ruido, lloran cada vez que lo sienten, y al nacer su tamaño es inferior al normal.

VI. EFECTOS SOBRE LOS NIÑOS.


El ruido es un factor de riesgo para la salud de los niños y repercute negativamente en su aprendizaje. Educados en un ambiente ruidoso se convierten en menos atentos a las señales acústicas, y sufren perturbaciones en su capacidad de escuchar y un retraso en el aprendizaje de la lectura. Dificulta la comunicación verbal, favoreciendo el aislamiento, la poca sociabilidad y además aumenta el riesgo de sufrir estrés.

Legislación

El tratamiento del ruido como un contaminante ha adolecido desde siempre de muchas lagunas legales. La primera declaración internacional que contempló las consecuencias del ruido se remonta a 1972, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió catalogarlo genéricamente como un tipo más de contaminación.



En la actualidad, España no dispone de una ley específica que regule lo referente al ruido (se encuentra en fase de preparación). No obstante, aunque de un modo disperso, sí pueden encontrarse referencias a la contaminación acústica en otras normativas de carácter medioambiental.

Cabe indicar que dentro de la Constitución Española existen artículos que legitiman la acción del individuo par luchar contra la contaminación acústica:

* El artículo 18 (derecho a la intimidad e inviolabilidad del domicilio).
* El artículo 42 ( obligación de los poderes públicos de velar por la seguridad y la higiene en el trabajo).
* El artículo 43 (derecho a la protección de la salud).
* El artículo 45 (derecho a un medioambiente adecuado).

En el acta del 11 de Mayo de 1989, el Tribunal Supremo reconoce este hecho al afirmar que " el sistema jurídico ambiental integra de diversos Subsistemas, entre ellos la lucha contra la contaminación de cualquier tipo, incluida la acústica" .

DISPOSICINES NORMATIVAS:

* Dentro de éstas destacamos como norma más rancia en esta materia el Reglamento, de 30 de Noviembre de 1961, de Actividades Calificadas, que habilita a la Administración para dictar ordenanzas, someter a licencia las actividades ruidosas, dictar órdenes individuales y ejercer la potestad sancionadora.

* La Ley General de Sanidad que atribuye a los ayuntamientos el control de las industrias y las actividades, y también el control de los ruidos y las vibraciones ( art. 42.3).

* La Ley de Costas que prohíbe la publicidad " a través de carteles o vallas o por medios acústicos o audiovisuales" ( art. 25.1.f ).

* La Ley 4/1989, de Conservación de Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestre que habilita a la administración para intervenir contra el ruido ( art. 38.4 ).

* La Ley 22/1983 del MOPU ( actualizada en 1988 ) sobre el grado de aislamiento mínimo que han de cumplirse en la construcción de viviendas ( en fase de revisión ).

Conclusiones
Diremos que además de la eficacia de los métodos pasivos, deberíamos concienciar a la población de que el ruido es un factor de riesgo para nuestra salud. Una vez asumido el problema que plantea esto, tendríamos que adoptar medidas preventivas, ya que, son más rentables económica y socialmente, y potenciar campañas de educación medioambiental, para que todos contribuyan y exijan disminución de los niveles de ruido si es preciso.